Después de mucho tiempo sin publicar nada, he decidido nuevamente reportarme en este “emparrillado de las letras” como lo denomino hace mucho tiempo un amigo. Mi pluma esta afilada y comenzare esta nueva etapa con un post acerca del QB más sobrevalorado de la NFL: Mark Sánchez.
Dejo en claro antes de comenzar la polémica que no tengo nada personal contra Sánchez, pero que si considero que no es nada fuera de lo común.
La primera razón que se me viene a la cabeza para justificar el titulo que he puesto a este artículo, es la lamentable actuación que tuvo Mark Sánchez en la semana 6 de la temporada anterior en la que los NYJ perdieron en su casa y en extra tiempo frente a los habitualmente decepcionantes Buffalo Bills.
Siempre nos damos la idea de algo o alguien por la primera impresión que tenemos de aquello, y la impresión que me dio ese frío día New yorkino Sánchez, fue la de un jugador que no tenia los atributos para convertirse en un QB de élite. Aquel día, que a muchos fans de los jets se les antoja lejano por el embriago de la victoria que ostentan hoy día, Mark Sánchez lanzo un escandaloso número de 5 intercepciones y lanzo para 119 yardas aéreas sin ningún TD. El resultado final del partido fue de 16 a 13 en OT, lo que lógicamente se traduce en el QB nunca se vio presionado por el resultado para lanzar pues los Bills jamás se escaparón en el marcador y por el contrario en más del 60% del partido estuvieron por debajo. Ese día la defensa de Buffalo no dejo correr a los Jets a las diagonales más allá del sorpresivo TD de 71 Yardas de Thomas Jones, y Rex Ryan modifico su plan de juego permitiéndole al novel Sánchez lanzar más de lo habitual, lo que ocasiono la debacle. Como si fuera poco 3 de las 5 intercepciones que lanzó, fueron absolutamente responsabilidad suya pues no había presión de la defensa rival y tenía por lo menos 1 receptor sin cobertura. Como les dije este fue el primer partido que vi de Sánchez y desde que Ryan Lindell hizo aquel gol de campo que sello la victoria de los Bills asumi que aquel QB jamás llegaría al lugar que ocupan hoy P. Manning, Brady o Brees.
Finalmente aquella temporada termino, todos sabemos la historia: los Jets que clasifican de milagro a postemporada y después el gran papel que hacen en la misma.
Sánchez termino la temporada regular con 12 TD, 20 INT y 2444 yardas (163 por juego disputado). Su índice pasador fue un paupérrimo 63.0, por debajo de mediocres de reconocida trayectoria como Brady Quinn, Ryan Fitzpatrick y Jason Campbell. Todo esto se agrava si tenemos en cuenta que los NYJ son un equipo con una marcada tendencia a correr el balón. ¿Se imaginan que le hubieran dado más oportunidades de lanzar a Sánchez?.
En la fantástica postemporada de los Jets (fantástica porque nadie esperaba nada de ellos), Sánchez mejoro: lanzo 4 TD y 2 INT, subió a 180 yardas lanzadas por partido y su rating fue un excelente 92.7. De cualquier manera Sánchez fue el QB de los 4 equipos que jugaron las finales divisionales, que menos lanzo el balón, con solo 68 intentos, a pesar de que jugaron wild card, además su rating a pesar de ser muy bueno fue el menor de los 4 semifinalistas. Finalmente los Jets no llegaron al superbowl al sucumbir ante los Colts de Peyton Manning, pero en el imaginario colectivo quedo la imagen de un Sánchez aguerrido y eficiente.
Comenzo la nueva temporada y Rex Ryan se llena la boca diciendo que son el mejor equipo de la NFL, puede que no esté lejos de la realidad, pues en mi opinión al lado de Baltimore son de lo mejor que he visto, pero sin ninguna duda ese sitio de honor no se lo deben a Sánchez sino a su estupenda defensa y a la resurrección de LaDanian Tomlinson. Muchos miran hoy las estadísticas y ven que Mark ha lanzado 9 TD, cifra record, y solo 2 INT, y nuevamente echan voladores al aire. No digo que no sea un buen record pero debemos mirar más a fondo, Sánchez ocupa el lugar número 24 total en la liga por intentos de pase para QB titulares(habiendo jugado todos los partidos), lo que se traduce claramente en que nuevamente los Jets tienen una vocación principalmente corredora. Si profundizamos aún más nos daremos cuenta que el porcentaje de pases completos de Sánchez es solo del 55%, solo por encima (y por muy poco) de los ignotos Bruce Gradkowski, Derek Anderson y Jimmy Clausen. Lo más preocupante es que Sánchez cuenta con Braylon Edwards, Santonio Holmes, Jerico Cotchery y Dustin Keller, 4 estelares receptores, además de las siempre seguras manos de LT.
He tenido la oportunidad de ver 3 partidos de Sánchez esta temporada y les aseguro que si no tiene más intercepciones no es por sus meritos sino por las manos flojas de los defensivos de sus rivales. Recordemos el juego contra Minnesota en el que los profundos de los Vikes dejaron caer 3 pases increíbles, igual que contra Baltimore en la semana 1. Todo esto solo prueba lo que digo. Y repito esto se agrava si observamos que los Jets casi no pasan el balón.
Hace poco discutí en un chat con un hincha de los Jets que decía que Sánchez no brillaba porque Ryan y su coordinador ofensivo no le dejaban lanzar más el ovoide, esa afirmación de mi antagonista antes de hacerme dudar de mis percepciones de este QB, me hizo afirmarlas. Realmente piensan que si Rex Ryan confiara en que Sánchez le ganara los partidos no le daría más el balón? Por favor, quien conoce más a un jugador que su entrenador? -nadie. Si Ryan no le da el ovoide a Sánchez es porque sabe que no es la mejor opción. O se imaginan a Bellichick sin darle oportunidades de lanzar a Brady, o a Mc Carthy sin entregarle el balón a Rodgers, o A caldwell negándole la oportunidad de lanzar a Manning? Ningún entrenador que quiera ganar omite en su plan ofensivo a su mejor arma.
Como les dije al principio no creo que Sánchez llegue a ser un QB de élite, pero tampoco creo que sea malo. Simplemente es un jugador normal. Ganara partidos, pero nunca llegara a ser de los mejores. Los Jets pueden llegar al SB e incluso ganarlo pero no será por Mark. Varios equipos han ganado el juego grande con QB’s apenas regulares: recordemos a los Ravens de Trent Dilfer y a los Bucanneers de Brad Johnson.
Muchos latinos adoran a Sánchez por su herencia mexicana, aduciendo incluso que es latinoamericano. Les cuento que Mark siempre ha dejado en claro que es estadounidense, que se siente orgulloso de su herencia pero que es americano. El único español que habla es el que lee en un papel que le da su asistente antes de las entrevistas y reportes a cadenas latinas, en las que pronuncia muy mal palabras que no entiende. Y no estoy criticando, simplemente reconozcamos que no es más latino que Ron Rivera, o Anthony Herrera.
Finalmente déjenme decirles que no odio a Mark Sánchez ni mucho menos, simplemente quería dar mi punto de vista y bajarlo del pedestal en el que algunos medios de comunicación lo han puesto y en el que para mí no debe estar. Siempre le reconoceré lo bueno, y siempre seré el primero en reconocer mis equivocaciones, pero hoy por hoy Mark Sánchez no es nada fuera de lo común, y creo que nunca lo será.
Otra cosa: recordé que Sanchez es un extroyano de USC igual que los poco memorables: Matt Cassell, Matt Leinart, Rodney Peete y Carson palmer. Saquen sus conclusiones.